Según Jon Kabat-Zinn , Mindfulness es “prestar atención deliberadamente al momento presente con aceptación y sin juzgar".
¿QUÉ ES MINDFULNESS?
¿QUÉ ES MINDFULNESS?
¿QUÉ ES MINDFULNESS?
¿QUÉ ES MINDFULNESS?
La denominación de Mindfulness (o Atención Plena) surge de la unión de prácticas realizadas durante más de 3.000 años por las tradiciones contemplativas con los avances científicos de la neurociencia, y supone un entrenamiento del cerebro que, de acuerdo a diversos estudios, modifica su estructura y condiciona el comportamiento de los individuos que lo practican de forma habitual.
Es un estado mental en el que la persona presta atención a la experiencia presente, sin enredarse mentalmente en el pasado o preocuparse por el futuro.
Las Intervenciones Basadas en Mindfulness (MBIs) están respaldadas con más de 35 años de investigación, y se han implantado y expandido progresivamente en tres campos disciplinares: bienestar físico, salud mental y educación.
Según Jon Kabat-Zinn, Mindfulness es “prestar atención deliberadamente al momento presente con aceptación y sin juzgar".
Numerosos estudios científicos y neurocientíficos han demostrado que la práctica habitual de mindfulness produce cambios en la estructura cerebral, por lo que esta práctica va más allá de la gestión de los síntomas del estrés, y desarrolla las más profundas capacidades del ser humano.
Vivimos en un mundo de distracciones, en el que muchos individuos sufren estrés tóxico.
- Cada persona envía una media de 23 mails al día
- Nos interrumpen cada 8 minutos
Tenemos exceso de información, que llega por diversos canales, aunque nuestros cerebros tienen limitaciones a la hora de atenderlos a todos
Tanto los niños como los adultos necesitan el llamado estrés saludable para afrontar retos, crecer y desarrollarse.
Pero la cantidad de demandas que hay que satisfacer desbordan la capacidad de los individuos para afrontarlas, lo que hace que las comunidades educativas cada vez reflejen un mayor impacto de estrés tóxico.
El estrés tóxico afecta de forma negativa a la atención, a la regulación emocional, así como al sueño y la predisposición al aprendizaje. La exposición prolongada al estrés tóxico en la infancia tiene efectos a largo plazo en la salud mental y física de los individuos.
Muchos niños ya manifiestan estrés a edades tempranas: demasiados deberes, actividades extraescolares...
Se observa un aumento de casos de niños con déficit de atención con y sin hiperactividad, lo que dificulta su adquisición de aprendizaje.
En la práctica educativa actual se aprecia una separación entre los contenidos académicos y los de desarrollo personal, lo que implica una carencia educativa.
Los estudios sobre Mindfulness en niños y adolescentes revelan llamativos beneficios de las intervenciones de Mindfulness, que es una herramienta muy útil, que ayuda a los alumnos a focalizar su atención y a tener comportamientos menos reactivos y mejora el ambiente social del aula.
Además los cambios que se generan en el cerebro con la práctica habitual implican nuevos aprendizajes que cambian las redes neuronales por lo que esta práctica tiene efectos a largo plazo.
EFECTOS DE LA PRÁCTICA
- Incrementa las habilidades atencionales, aumenta la concentración.
- Incrementa la habilidad de procesamiento efectivo de la información.
- Reducción de la ansiedad, de los pensamientos negativos y las preocupaciones. Disminuye el miedo y las quejas depresivas.
- Incrementa la autorregulación emocional, se reduce el comportamiento impulsivo.
- Desarrollo y potenciación de la creatividad.
- Incrementa las habilidades sociales, aumenta la amabilidad y el respeto hacia uno mismo y los demás.
- Desarrollo de la empatía.
- Favorece la relajación, el descanso y dormir bien.
- Correlación con el éxito escolar.
“…Los jóvenes que cuentan con habilidades reflexivas bien desarrolladas y con un cerebro ejercitado en el Mindfulness están preparados para mostrar mayor flexibilidad en contextos nuevos y para establecer relaciones interpersonales más satisfactorias, que reforzarán su sensación de bienestar y de flexibilidad a medida que crezcan".
Daniel J. Siegel*, “Mindfulness y Educación”
*Dr. Daniel J. Siegel es médico y profesor clínico de psiquiatría en la Escuela de Medicina de la UCLA, dentro de la facultad del Center for Culture, Brain, and DevelopmentEn España el colectivo de profesores y educadores es uno de los más afectados por el síndrome de burnout. El estrés tóxico hace que disminuya la productividad, la creatividad, y genera problemas de ansiedad y frustración, lo que deriva en un aumento de las bajas laborales.
Los profesores tienen que gestionar grupos de niños dispares, no siendo fácil conseguir que la clase atienda y entienda.
EFECTOS DE LA PRÁCTICA
Este programa tiene entre sus fines mejorar el desempeño de los profesores, ayudar a reducir su estrés y promover la resiliencia como un medio para mejorar su enseñanza.
En un artículo de Kernochan, McCormick y White (Spirituality and the Management Teacher - 2007) [ Ver artículo en PDF » ] , uno de los autores narra en primera persona cómo, en su trabajo de profesor, la práctica de mindfulness le ha permitido:
- Enseñar de un modo más significativo.
- Aumentar su empatía.
- Hacer las tareas docentes desagradables más agradables.
- Superar sus expectativas sobre los alumnos.
En estudios aleatorios con profesores que practicaban Mindfulness (Albrecht, Albrecht y Cohen, 2012; Meiklejohn et al., 2012) [ Ver estudio en PDF » ] se observó:
- Incremento de la sensación de bienestar y reducir los niveles de estrés.
- Proporciona estrategias y habilidades para controlar y mejorar la conducta del grupo en clase.
- Permite el establecimiento de una relación de apoyo con los alumnos.
El estudio "Mindfulness Training for Elementary School Students" de Napoli et al. (2005) [ Ver estudio en PDF » ] muestra que profesores que recibieron un entrenamiento en mindfulness de ocho semanas:
- Enseñaban de manera menos fragmentada y con más profundidad los conocimientos.
- Manifestaban mayor capacidad para identificar las competencias conceptuales clave que necesitaban transmitir.
- Se sentían menos abrumados por el plan de estudios.
El estilo de vida actual de muchos padres, que sufren estrés tóxico, hace que su relación con los hijos sea la de un controlador de todas las tareas que tienen que hacer, sin desarrollar empatía ni estar presentes en la educación y el desarrollo emocional de sus hijos.
Se ha demostrado que los niños que están expuestos al estrés tóxico de sus padres a edades tempranas desarrollan comportamientos parecidos ya en la adolescencia.